Hoy se ha emitido el informe PISA de 2012, que nos ayuda a comparar los datos de educación en lectura, matemáticas y ciencias de España con los de otros estados. Desde que España empezó a elaborar este documento hace quince años, siempre se ha situado por debajo de la media de la OCDE, aunque parece que se está recortando tímidamente esta brecha.

Uno de los factores que más preocupa es el dualismo norte-sur, junto con el desbaratamiento de la equidad entre alumnos con un mayor nivel económico y los que tienen uno más bajo . Mientras que muchas comunidades autónomas del norte de España (como es el caso de Navarra) están al mismo nivel educativo que Finlandia, las autonomías del sur están claramente por debajo, como Extremadura, que se sitúa al nivel de Grecia. Muchos expertos achacan este problema a las diferencias socioeconómicas existentes entre las dos mitades.

Los asiáticos están a la cabeza del ranking: Corea del Sur (554), Japón (536) y en tercer lugar Suiza (531). Para llegar hasta España debemos retroceder hasta el puesto número treinta y tres de los sesenta y cinco puestos, aunque quedando España última potencia de la UE.

García Montalbo, de la Universidad Pompeu Fabra, subraya la importancia de tres patrones esenciales presentes en los países que han quedado en los primeros puestos: mayor autonomía de los centros educativos (desde el punto de vista curricular y administrativo), calidad del profesorado y la implantación de pruebas de nivel, sin llegar a la obsesión por los resultados.