Microrrelatos marzo 2013



Hace pocos minutos se ha fallado el concurso de microrrelatos de este mes. Os presentamos dichos textos en primicia mundial.


E inclinándose, la cogió

Peludo, con orejas en poco y una larga cola, eso era lo único que apreciaba de su perro que, según le decían, era blanco y con ojos castaños, y me refiero a que se lo decían porque el no podía verlo: era ciego. Nunca hubo ni habrá animal y persona mas unidos: comían juntos, dormían juntos y nunca se separaban. Jamas falló al guiarlo, fuese donde fuese, por lo que, como dictaminaron, la culpa fue del conductor, al que se le cayó la cartera e inclinándose, la cogió, distrayéndose de la carretera. Una vida vida hecha añicos en segundos, pero los animales no entienden de principio o fin, y por eso aun hoy le doy de comer a ese perro, el único que lo acompaña y el mismo que lleca meses sin separarse de la tumba, no de su dueño, sino de su amigo.

Mario Pablo Muñoz Ibáñez
1º Bachillerato A



El sapo enamorado.

Era un sapo feo, arrogante, torpe... Habitaba en una charca, reflejo de su morador, sucia y pequeña; sin embargo a pesar de no tener muy buenas cualidades andaba enamorado de una pequeña rana vecina; a diferencia de el, esta era bella, sencilla, humilde y con una gran astucia. Por ello cada vez que mantenía una pequeña charla con el quedaba claro cual era su inteligencia; siempre tenia la palabra adecuada y precisa para cada respuesta. Eso era una de las cualidades que encandilo al torpe sapo; a pesar de todo la pequeña rana no era del todo indiferente al arrogante sapo.
Un día, el enamorado sapo quería obsequiar a su preciosa enamorada con una flor, aunque no savia como hacerlo, y para su sorpresa a ella avanzo unos pasos hacia el e inclinándose, la cogió...

José Castro Valverde
2º ESO B



¡Enhorabuena a los ganadores!

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