NUESTRA GRADUACIÓN

No me cabe duda que el mejor día para hablar de nuestra graduación es hoy. Una vez en frío, después de haber asimilado lo que ha pasado durante esencialmente estos últimos meses, y sobre todo una vez vistas las distintas alegrías y tristezas que han sido fruto del trabajo de este tiempo. Sin poder entrar a valorar cuestiones personales, de mala suerte o similares.

Nuestra graduación, y recalco que sea nuestra, ha sido un premio a todo lo que hemos hecho en el instituto durante tanto tiempo. No importan tus calificaciones, el mero hecho de aguantar y continuar con el bachillerato es un esfuerzo considerable en sí mismo. Por ello, tras seis años (o cuatro, o dos, no importa la cantidad) en el I.E.S. el acto de graduación fue un reconocimiento para todos nosotros, porque aunque mucha gente lo obvie, no todo el mundo llega al final de segundo de bachillerato y es una meta importante.

Ver a tanta gente deseando ver a sus seres queridos que ese día se gradúan es algo emocionante. Son esos aplausos de cada nombre, esos discursos de cada clase, esas palabras que se dirigen a los allí presentes, es cada silla allí colocada. Es todo, dispuesto para cada uno de los que nos graduábamos aquel día.

Y no se trata de ninguna competición, aunque haya podido parecer una carrera de fondo. Profesores y alumnos juntos ese día, para conmemorar el esfuerzo de ambos por sacar algo adelante. Y nada mejor para recordarlo todo que los discursos de cada clase, representantes de nuestras familias y los docentes del instituto. Palabras que no quedan vacías, que nos transmiten a días atrás, a recuerdos de este último año, a pasajes de los últimos meses, a experiencias que no volverán a repetirse. Y palabras, que por su parte nos recuerdan que es ahora cuando debemos mirar al frente y continuar nuestro camino, porque no hemos hecho nada más que empezar, y los que nos han acompañado lo saben y nos hacen reflexionar sobre ello.

Porque hemos adquirido un bagaje de cierta importancia, porque lo que hemos logrado no lo hace cualquiera, y porque un acto de graduación tampoco es organizado para cualquiera. Por tantas cosas, quiero que estemos muy orgullosos de nosotros mismos, de haber conseguido que algo así sea organizado para nosotros, de haber superado un año duro y de seguir adelante con aquello que deseemos porque es lo que nos toca a partir de ahora.

¡Mucho ánimo con selectividad y a seguir creciendo!

Redactado por: Antonio Luis Cano


0 comentarios:

Publicar un comentario