Como veníamos comentando semanas atrás, hemos creado una nueva sección dedicada a entrevistar personas con una repercusión importante en el centro. Sin más dilación, os dejamos con la entrevista a Fedriani.
Pregunta: ¿Cómo valoras tu etapa en el Alfonso XI?
Respuesta: Sin lugar a dudas, la más feliz de mi vida. Me siento muy orgulloso por ser parte de este centro, por tener los estudiantes que tenemos y por trabajar con los compañeros con los que trabajo.
P: ¿Te sientes a gusto con tus alumnos?
R: En una escala del cero al diez... ¡un diez! No recuerdo haber tenido una sola clase verdaderamente mala desde que llegué al instituto hace cuatro años. Me siento muy valorado por los alumnos y yo también los tengo en mucha estima. No tengo nada que reprocharles. Son lo mejor del pueblo y lo que le da sentido a nuestro trabajo.
P:¿Alguna anécdota acaecida en nuestro instituto?
R: Se me ocurren muchas, la verdad. De las más alegres, los premios recibidos por el grupo de teatro del IES. Las experiencias vividas en CON ACENTO y algunas excursiones míticas. De las más tristes, la muerte de Antonio Téllez.
P: ¿Qué echas de menos de tu etapa de estudiante?
R: Sinceramente, nada. Creo que los alumnos tienen mucho mérito por estar seis horas sentados escuchándonos. Tienen poca autonomía, todo el mundo les da órdenes, y encima a las actuales promociones se les mete demasiado miedo con el paro y con su futuro laboral. Vivo infinitamente mejor siendo docente de como vivía siendo alumno. Los alumnos, muchas veces, y no no lo digo por peloteo, me parecen héroes. Nosotros lo tenemos más fácil que ellos.
P:¿Qué diferencias encuentras entre tu juventud y la juventud actual? ¿Que te gusta más y menos de ella?
R: No creo que haya un cambio drástico. Es frecuente sentir que tu generación fue muy buena y que las siguientes se han echado a perder. Es muy propio de los viejos decir "cuando yo era joven hablábamos mejor, comíamos mejor, estudiábamos más...". Pero no es verdad. Creo que los jóvenes siempre son jóvenes. Y que los adultos, en general y en todas las etapas históricas, le damos la chapa en exceso a los jóvenes. Siempre nos creemos mejores que ellos. Pero no pienso que sea verdad. No creo que mi generación sea ni mejor ni peor que la actual. Simplemente, las circunstancias eran otras.
P: ¿Llevabas el trabajo al día o lo dejabas todo para el último momento?
R: Siempre he sido bastante organizado para los estudios. No era un alumno sobresaliente, pero era "diésel" y regular. De todas formas, el que diga que nunca se ha pegado un "atracón" antes de un examen, miente. Y yo, como todo el mundo, también he llegado justo a los exámenes, especialmente a los de las semanas más agobiantes.
P: ¿Cuál es la mayor dificultad a la que te has enfrentado en tu vida?
R: La muerte de mi padre, cuando tenía quince años. Ahí aprendí varias cosas. La primera que la vida es demasiado bonita y demasiado corta como para malgastarla haciendo cosas que no nos apasionan. También, a raíz de morir mi padre, aprendí que siempre tenemos fuerzas para salir adelante, si nos da la gana salir adelante.
P:¿Qué nuevos proyectos tienes entre manos?
R: Estoy trabajando en una obra infantil sobre el Betis. También ando liado con los textos teatrales de este año. De todas formas, lo más próximo es la presentación de mi poemario VIDA Y VUELTA en Alcalá la Real, dentro de pocas semanas. Ya os avisaré de la fecha para que vengáis, si os apetece.
P:¿Planeas sacar una nueva obra?
R: Siempre tengo alguna obra en la cabeza. Creo que no pasa ni un solo día de mi vida sin que produzca algún texto nuevo. Algunas veces son un churro, otros quedan mejor. Pero se mejora si eres constante. Y yo trato de serlo. Siempre trabajo en textos nuevos porque crear textos es el sueño de mi vida, y lo más importante que tengo.
P: ¿Crees que falta algo a nivel personal o profesional?
R: Soy terriblemente feliz. De todas formas, si un hada madrina me concediera un deseo, pediría ser escritor profesional. Dejaría todo lo que tengo con tal de llegar a serlo. Y si tuviera alguna oportunidad de dedicarme a la literatura, arriesgaría absolutamente todo lo que tengo con tal de conseguirlo. Eso sí, no pienso quedarme esperando, sin actuar. Todos los días trabajo para que me llegue esa oportunidad, de aquí a no mucho.
P: De las obras que has escrito, ¿cuál es tu preferida?
R: En general, no le cojo demasiado cariño a mis textos. Casi siempre el que más me gusta, es el último que he escrito hasta ese momento. Pero si tuviera que quedarme con alguna pieza, elegiría "NARCISO". Es una novela que todavía no he publicado. Imagínate si me gusta que he renunciado a publicarla, aunque he podido hacerlo, porque siento que todavía no ha llegado su momento.
P: ¿Ves tu futuro lejos de nuestro instituto, o crees que acabarás aquí tu carrera?
R: El IES Alfonso XI es sin lugar a dudas el centro de mi vida. No en vano, nunca he pedido concurso de traslado, desde que llegué a Alcalá. Jamás he concursado para irme. Dudo que llegue a ser tan feliz en ningún otro centro, nunca. No obstante, espero poder dejar la educación algún día. Y no porque no me guste. Me encanta dar clases, me apasiona dar clases. Y me apasiona Alcalá, también. El problema es que mi sueño, mi verdadero sueño, el verdadero sueño de mi vida, es otro. Y no podría mirarme al espejo si no luchara por ello. Ojalá algún día pueda dejar la educación y dedicarme de lleno a lo que me gusta de verdad. Espero conseguirlo porque lograré con eso demostrarle a los estudiantes que vale la pena pelear por aquello que te importa, que los sueños se cumplen. Yo creo en ello.
P: ¿Qué receta usas para tener todos esos trabajos?
R: Trabajo como tal, en el sentido estricto de la palabra, solo tengo uno, que es la docencia. Sí es cierto que estoy metido siempre en muchos otros frentes, de diversa consideración. En general, pienso que es fácil trabajar cuando ya tienes trabajo. Lo más difícil es comenzar. Cuando ya tienes algo, basta con no conformarte y con seguir siendo ambicioso. Y yo lo soy.
P: ¿Cómo consigues administrarte el tiempo?
R: Utilizo "Google Calendar" y dedico un color diferente para cada tipo de actividad. Algunas veces me agobio, porque tengo apuntadas 20 o 30 tareas para un único día. Sin embargo, respiro porque pienso que todo termina por salir bien, cuando nos esforzamos. Este año la verdad es que tengo muy poco tiempo libre. Prácticamente todas las horas del día las dedico a trabajar. Por eso, siendo sinceros, me hace valorar aún más los momentos que puedo dedicar al ocio o a la diversión. Ahora selecciono mucho mejor qué hago y hago lo que verdaderamente me gusta. Creo, en cierto modo, que tener poco tiempo libre te ayuda a ser más feliz y vivir mejor.
P: Desde tu posición de pluriempleado, ¿qué les dirías a todas las personas en paro?
R: Como dije antes, en sentido estricto, solo tengo un trabajo. Por supuesto, no me considero nadie para darle consejos a la gente que está en paro, pues sé que es una situación muy difícil y que, hoy por hoy, tiene difícil arreglo. De todas formas, sí conozco lo que me llevó a mí a sacar las oposiciones. Como tenía solo cinco euros en la cartera, como no tenía nada que perder, di lo mejor de mí mismo. Me esforcé mucho. Me dejé la piel. Y, sobre todo, en ningún momento dudé de mis posibildades. Creo, en general, que las cosas salen bien cuando tenemos confianza en nosotros mismos y cuando dedicamos todo nuestro tiempo, o la mayor parte de este, a formarnos. Sí, creo que esa es la clave. Si queremos encontrar trabajo, debemos formarnos bien. Debemos estudiar mucho. Debemos tener ganas de aprender y de mejorar cada día.
Por: Christian Jiménez
Gabry Cano
Jonatan Mesa
viernes, 8 de noviembre de 2013
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