CONCURSO DE MICRORRELATOS DE OCTUBRE 2013.
FRASE ESCOGIDA “ALGUIEN ESTÁ LLAMANDO” .
Obra interpretada:
“En familia” de Jacques Prévert.
GANADORES:
1ª Categoría: Paula Aguilera (3ºB ESO)
Me siento en el césped y
observo el parque, lleno a rebosar. Sigo con la mirada a un grupo de
niños en los toboganes y oigo el chillido de otro que se ha caído
del columpio. Alguien está llamando a su hijo cerca de mí.
Hace no mucho me habría
acercado corriendo a curiosear; o dejaría que algún niño me
acariciara la cabeza; o perseguiría entre ladrido y ladrido la
pelota de los niños que jugaban al fútbol.
Definitivamente, ser un perro
es más divertido cuando estás vivo.
2ª Categoría: Patricia Ávila
Cano (2º BH B)
Se despertó por una culpa de
unos golpes. “Alguien está llamando a la puerta”. Pensó
malhumorada.¿A quién se le ocurría llamar a estas horas?
Decidió no abrir. Sin
embargo, volvió a escuchar los golpes, esta vez en la puerta de su
cuarto. Aterrada esperó y al no oír nada más, decidió levantarse.
Con una confianza que en aquellos momentos no poseía, abrió la
puerta. No había nadie, pero en el pomo de la puerta estaba la
pulsera que su madre le regaló y había perdido esa mañana.
Temblorosa se la puso. “Te echo de menos, mamá”
Una fría y suave caricia en
su rostro fue su respuesta.
FINALISTAS:
1ª Categoría: Alba Arjona Fuentes (1º Bachillerato B)
“Su última noche ”
Una noche dos hermanos se
quedaron solos en su casa, ya que sus padres se habían ido. La niña
encendió la televisión y vio en las noticias que una mujer iba por
las casas matando a los niños y que cerraran todas las ventanas y
puertas muy bien. La niña muy asustada se lo dijo a su hermano el
cual contestó:
- Eso es mentira, sólo lo
dicen para asustarnos.
Poco después se escuchan
golpes en la puerta. Alguien está llamando. El niño va a abrir,
cuando se encuentra con una mujer. Ella le dice:
- No deberíais estar solos.
2º Categoría:
Mario Pablo Muñoz (2º Bachillerato A)
“Alguien está llamando”
pensé al oír el extraño ruido en la puerta. Pero al abrir, nada, y
tonto busqué en el pasillo. Al final de éste, entre la oscuridad
encontré unos ojos grandes de mirada inexpresiva y paralizante
clavándose en mí mientras se acercaban, con un espeluznante jadeo,
haciendo temblar el suelo y mi alma. Incrédulo froté mis ojos y
encontré el pasillo vacío, pero no di ni un paso cuando algo
afilado pareció avanzar por mi cara a la vez que un gélido susurro
llegaba a mi oído y me helaba el corazón. Me lancé hacia la luz en
un ingenuo intento de que se desvaneciera y allí estaba: mi
imaginación.
martes, 12 de noviembre de 2013
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