En primer lugar se habló sobre la posibilidad de que la salida se realizara desde el aeropuerto de Madrid, y no desde el aeropuerto de Málaga, como inicialmente se había propuesto, ya que emprender el viaje desde este destino supondría un gran ahorro. La segunda cuestión a debatir fue la posible merma de la estancia en la ciudad, de los cinco días previstos desde un comienzo, a los cuatro posibles en caso de que suponga una disminución considerable en el precio. En última instancia, se litigó también si los alumnos preferirían pensión completa o media pensión, teniendo en cuenta que si se decantaran por esta ulterior opción dispondrían de una movilidad considerablemente mayor para moverse por la capital, al no tener ligado un lugar específico para el almuerzo, ya que no sería necesario regresar al hotel para almorzar.

En todo caso se acordó una nueva reunión cuando la agencia de viajes elabore el presupuesto final, a condición de que los alumnos den una entrada de unos cien euros aproximadamente, adquiriendo un pacto para realizar el viaje.