El temido segundo de Bachillerato

Hoy vamos a dedicar la entrada a hablar sobre cómo se siente un alumno de segundo de Bachillerato al comenzar el que es considerado el más duro del instituto.

  Ya que estamos a mediados de noviembre y el curso ha arrancado notablemente, como alumna de segundo, voy a intentar haceros una idea de cómo lo afrontamos los alumnos.

  A partir de tercero o cuarto de la ESO, comencé a escuchar a los profesores hablar de lo importante que era ese curso, sus exámenes tenían prioridad sobre los nuestros y se jugaban, en gran parte, su futuro porque tenían que prepararse muy bien para la temida Selectividad.

  Sin bien es cierto que no le di demasiada importancia hasta comenzar el curso anterior: primero. ¿Por qué? Esta respuesta es sencilla: desde el curso pasado nuestras calificaciones de junio empezaron a tener un peso importante, pues para aquellos que no lo saben, cuenta un 30% en la nota que te servirá para acceder a la universidad. 

  En general, yo no empecé segundo de Bachillerato con miedo, a pesar de todas las veces que me habían repetido que era un año muy duro y bastante difícil (lo cual no desmiento), aunque también es cierto que cada persona se toma las situaciones de una forma distinta. Es verdad que este curso es complicado, desde el primer día que entras en el aula todos los profesores repiten constantemente la palabra Selectividad, ¡menos mal que ya se les ha pasado un poco!, ahora ya no están esas clases relajadas en las que podías no atender nada, sino que siempre estás intentando prestar un mínimo de atención porque la cosa se ha complicado. Muchos deberes y exámenes todas las semanas, prisa en acabar los temas y empezar nuevos, y para algunos, agobio sería la palabra que define sus próximos meses.

  Es verdad que las tardes no son para nada relajadas y que acabas de estudiar una asignatura y ya estás pensando en empezar con la siguiente. Pero también nos han dicho que el primer trimestre es el más sencillo. Así que, ¡no hay que agobiarse todavía!

  Otro aspecto a tener en cuenta, hablo de mí y de mis compañeros de Ciencias de la Salud, (porque la mayoría de carreras con notas de corte más altas pertenecen a esta rama), es que pasas el año entero pensando en tus calificaciones, en que has sacado una nota un poco más baja de la cuenta, en los exámenes de subida de nota y las recuperaciones, en la media que necesitas, la falta de tiempo, y todo lo que te tienes que esforzar para conseguir una media de sobresaliente alto en Bachillerato y estar bien preparado para Selectividad. Es decir, es un curso con mucha presión; presión porque, en gran parte, estás trabajando para poder entrar en la carrera que de verdad te gusta (en mi clase, más de doce personas quieren entrar en Medicina)

  Esto se aplica a todos los demás itinerarios de segundo de Bachillerato y a todos los alumnos que quieren aprobar y tener el título, aquellos que quieren demostrarse a ellos mismos que pueden y a aquellos que se esfuerza por ser capaces de llegar a donde de verdad desean.

  En definitiva, es un año de agobio, presión, prisas y mucho esfuerzo. Pero creo que todo el mundo ha podido con ello y esta generación no va a ser menos. Así que quizás el remedio de esto sea constancia y trabajo diario, ánimo para cuando las cosas parezcan imposibles, no rendirse ni venirse abajo cuando tienes una mala nota, ilusión por llegar a donde quieres y sobre todo, echarle muchas ganas y positividad

¡Qué empecéis vuestra semana estupendamente y sobre todo, con una sonrisa enorme en la cara!



Redactado por: Laura Hervás.

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