Hoy ha sido el primer día lectivo con el cambio de hora
vigente. A más de uno le ha pasado factura y hoy han llegado un poco después de
las ocho y media al instituto… oh, espera, ¡qué eso no es tan raro que pase!
Bromas aparte, subir las persianas esta mañana y ver que la
luz radiaba ahí fuera (al contrario que la semana pasada cuando antes de las
ocho aún era de noche) ha sido una alegría para la vista.
No obstante, el sacrificio de tener que encender la luz a
eso de las seis supone un contrapunto bastante acusado. Sin embargo, ayuda a
crear ese hábito de estudio de tardes, que ya deberíamos de ir teniendo todos.
Asimismo, aprovechad para poneros al día porque ya empieza lo
duro. Y no me refiero a lo consistente del suelo, que ahora con la lluvia,
seguro que más de uno lo prueba en sus propias carnes. Mucho ánimo y disfrutad
del entorno, que, a menudo, nos pasa desapercibido.
Redactado por: Antonio Luis Cano
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