La primera semana del año

Al principio, el centro se despereza como un dragón enorme. Bosteza y se agita, medio dormido, medio despierto. Con el año trece, que echa a gatear, todos nos ponemos en forma, y sentimos propios todo tipo de propósitos nuevos, de cuadernos en blanco, repletos de textos que no han sido escritos todavía.

Pero poco a poco la vida del IES recuerda a lo que siempre ha sido. Es jueves y parecen lejanas las uvas, los regalos traídos por los Reyes, la cena de la Navidad más austera de la historia, y todo ese pasado reciente, que parece remoto, y que nos devuelve a esta bendita rutina, en la que los días se apartan entre sí, como se marchan los deseos de sus respectivas estrellas fugaces, como se aparta de nosotros el recuerdo de aquel sombrío año dos mil doce.


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