Hoy es el primer día post-huelga. Tras tres jornadas que esperamos hayan servido para la reflexión, retomamos las clases con fuerza. Las aulas vuelven a estar repletas, los pasillos jaleosos, y las pizarras terminan las horas de clase manchadas de tinta. Todo, de nuevo, y como nuevo, vuelve a ser como siempre.

El seguimiento de la huelga ha sido muy alto y, como decíamos antes de que tuviéramos lugar, nuestros alumnos se han comportado, en líneas generales, con responsabilidad. Aunque el desorden haya sido inevitable, pues las salidas y entradas han sido un poco dispares, estamos contentos sobre cómo han trascurrido estos días.

Ahora toca luchar por la educación del mejor modo en que sabemos. ¡A trabajar!