El otoño, Alcalá y el IES

Desde este momento, el cielo plomizo de la ciudad preconiza la llegada del otoño. Si bien es cierto que la primavera es una estación de belleza obvia, y que el verano nos trae las vacaciones, los colores del otoño son hermosos precisamente porque son sutiles. De bueno traen para el centro el retorno a la normalidad, los nuevos grupos, y la mirada ilusionante de los nuevos alumnos. Son los nuevos retos los que nos hacen crecer y es el otoño el momento en el que los desafíos comienzan a ponerse en práctica, y los papeles, las hojas, y todo se arrastra, se eleva y se llena de vida.

Ha llegado el otoño al Instituto. Silba el viento, regresa el frío, y la ciudad vuelve a ser un paisaje de refugios,  del retorno al hogar, del aroma de la calefacción mientras cae la tinta, y pasan las horas, y se consume el año.

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