#graduacion2013alfonsoxi Diario del final. Capítulo 11


Acabo de terminar un examen y en cuanto acabe esto, seguiré estudiando para el siguiente. Segundo de Bachillerato es duro, llevan advirtiéndonos de ello desde la primera vez que cogimos un libro. Quizás unos hayan exagerado más, otros menos… pero todos nos dijeron que era el curso más difícil y, en eso no se equivocaban. Todos sabemos que también es el más importante, pues será lo que decida nuestro futuro.  Es el paso previo para escoger lo que vamos  a hacer el resto de nuestras vidas.

De esta manera, sabemos que es algo en lo que debemos dejarnos la piel, de hecho, estamos en ello. Así, es frustrante ver a tanta gente en la calle, con el buen tiempo, con los amigos saliendo de cervezas o de paseo. Los niños jugando en la calle, con la pelota, con el agua, corriendo y riendo. Y mientras yo, aquí, encerrada en estas cuatro paredes. Sola.  Delante de un libro que no me fascina, precisamente. Que si por mí fuera, yo estaría cogiendo un atlas de anatomía y devorando cada página, como león hambriento, pero no.  Antes debo formarme en este largo y aburrido viaje, que es lo que me servirá para diferenciarme de los mediocres que hoy pierden el tiempo en cualquier esquina entre drogas y alcohol.

Pero lo peor de todo esto es que si saco las mejores notas solo seré el parado mejor preparado, con la mejor formación, sí. Pero parado. Parado como lo están otros cinco millones de españoles más.

Pero hay una parte buena, claro que la hay.  Y es que yo no pienso rendirme. No pienso rendirme como lo hace tanta gente. No, que va. Yo no, porque yo sí pienso llegar a ser lo que yo me proponga que quiera ser, porque no pienso desperdiciar mi vida ejerciendo de algo que no me llena, como tantísima gente hace, por ganarse la vida en algo. Yo voy a estudiar y lo haré porque quiero aprender. Realmente quiero aprender a hacer que la gente se sienta mejor. Y a dejar de lado ese sentimiento común de desesperanza y frustración que se vive hoy en mi país. Pues no pienso a unirme a esa interminable cola de cinco millones de personas que, si se pusieran con los brazos en cruz, formarían una gran cadena humana, que llegaría desde Algeciras hasta Moscú, imagina cuántos son.

Así que decidí hace algún tiempo que es poco lo que queda, muy poco. Y es ahora cuando más necesito las fuerzas y las ganas para continuar, porque todo mi futuro depende de cada día. Depende de hoy. Porque cada día es importante, cada día cuenta y, cada día voy a conseguir un poquito más. Y si voy a empezar a coger fuerzas y a encontrar una motivación, lo haré hoy.  Porque hoy es el primer día del resto de mi vida.

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Todos los días publicaremos a las 23:59 los sentimientos de un alumno anónimo de segundo de bachillerato o de ciclos formativos, que encara la recta final del curso. Si quieres participar, envía tu texto (de cualquier extensión) a iesalfonso11@gmail.com 

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