#graduacion2013alfonsoxi Diario del final. Capítulo 15


El tiempo es efímero, y en un abrir y cerrar de ojos me encuentro callejeando entre fórmulas matemáticas, entre pesos moleculares, entre conectores textuales, e incluso entre personajes de la historia, y ahora pienso y digo: ¿Esto es verdad, o no soy yo la que está haciendo tantos esfuerzos y logrando alguna que otra meta? Pero agacho la cabeza, arqueo las cejas y reafirmo ante mis cinco sentidos: sí, esta sí soy yo.

El ser humano ha intentado siempre vencer su irremediable finitud. Pero no somos infinitos, y cuando menos nos lo esperamos miramos hacia atrás, y nos sorprendemos del largo camino que ya hemos recorrido, de tantas lágrimas derramadas, pero de enormes sonrisas regaladas al mundo, y eso me enorgullece porque vuelvo a observar hacia delante y veo que aún me quedan muchas cosas por aprender, muchos esfuerzos por hacer y muchas alegrías que regalar claro que sí, por ello me sorprende de lo rápido que se ha pasado este curso, de que tan solo en nueve meses mi vida haya cambiado, porque la palabra “madurez” ha estado marcada todos estos días, estos días intensos, de lluvia, de nieve (incluso en el mes de abril), de rayos de sol, y de viento.

El futuro nunca deja de asombrarnos con nuevas oportunidades. Nunca deja de poner a prueba nuestra capacidad de plantar batalla. Nunca deja de demostrarnos que por mucho que intentemos controlarlo es impredecible. Lo único que sabemos a ciencia cierta es que todos avanzamos a un ritmo de 60 minutos por hora. Hagas lo que hagas, seas quien seas. Da igual los errores que hayas cometido, o cuantas veces hayas pedido perdón. Todos avanzamos por el mismo asfalto y me consuela pensar que en este largo viaje puedes dejar atrás las caídas y constituirte como una nueva persona, a la vez que le plantas cara al sonado futuro. 

En unas dos semanas mis días en el instituto irán finalizando, felicidad pensarán algunos, pero añoranza también es la palabra, porque son muchos momentos vividos con personas que de verdad merecen el mundo entero, solo pido que cada uno logre sus metas siempre con la esperanza de hacerlo,  porque ni la arbitrariedad del mundo podrá con nuestros sueños. Tapémonos los oídos, cerremos los ojos, y alcancemos nuestros objetivos. 

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