#graduacion2013alfonsoxi Diario del final. Capítulo 23

Sentarme como cada día en la mesa del escritorio y empezar a hacer lo de cada día: "estudio, estudio y más estudio", pero siempre entre intervalos hay algo que hace que mi concentración se pierda rápidamente: mi futuro, el futuro que siempre he soñado, aunque aún no esté del todo definido, ese futuro que hará que mi vida cambie que sea una nueva yo y finalmente sea una persona que disfruta haciendo lo que le gusta, como siempre había deseado.

Por otra parte, están las clases de este último año donde hay de todo. Desde el mejor día donde todos están simpáticos y se crea una armonía que nos motiva a todos, hasta los días en los que es mejor no entrar a clase ya que los profesores están enfadados y nosotros, los alumnos, no paramos de quejarnos y discutir por cosas que la mayoría de las veces tienen menos importancia de la que verdaderamente le damos.

Muy a mi pesar, el segundo ejemplo, es mucho mas constante y repetitivo que el primero y hace que por ejemplo mi motivación esté por los suelos, porque pasa de ser una clase a una habitación con fieras que luchan por lo mismo y no son capaces de escuchar ni entender nada, simplemente atacar para quedar por encima de todos y así sucesivamente.

Pero... ya nada me asusta, todo se ha vuelto rutinario, donde el que no quiere entrar en la batalla mejor que calle porque si aporta ideas será destruido y pisoteado.

Muchos creerán que esto es una gran exageración pero en realidad es la pura verdad, que nadie se atreve a decir por miedo a lo que puedan decir o por no querer que lo ataquen, pero llegados a este punto ya todo da igual. Estamos en la recta final en la que nos han demostrado que cada uno va a lo que va y que somos responsables de lo que nosotros mismos hagamos.

Y si pretendemos que alguien nos motive probablemente nos cansemos de esperar porque hoy en día nuestra única motivación somos nosotros mismos y nadie más.

Aún así lo único que se respira en estos últimos días es ilusión, esperanza y un poco de miedo quizás al ver que probablemente muchos se queden a mitad de la batalla y deban esperar al año siguiente para seguir luchando. Miedo a no conseguir lo que deseábamos desde hace tiempo, pero... si hay algo que nos motiva a todos, es el esperado día de la graduación en la cual seremos protagonistas y nos sentiremos genial sean cuales sean nuestra calificaciones, porque será el final de un ciclo, el ciclo más largo y quizás aburrido de nuestras vidas.

Y es que después de ese día, y más tarde de selectividad, nuestra vida dará un vuelco de 180º donde nosotros seremos responsables de nosotros mismo en todos los ámbitos, porque conseguiremos esa "libertad" que siempre hemos soñado y podremos decidir qué hacer con nuestra vida de una manera más independiente.

Finalmente me gustaría dar las gracias a todas esas personas que de una manera u otra en estos dos años que he pertenecido al IES Alfonso XI han formado parte de mí, me han apoyado, ayudado, abrazado y esbozado una sonrisa cuando más lo he necesitado.

Esto es una experiencia que jamás olvidaré puesto que en estos dos años he sido realmente feliz como ya había querido serlo anteriormente.

¡Un último esfuerzo y habremos acabado chicos! Mucho Ánimo y jamás olvidéis sonreír y que...

"Quien de luchar se cansa, su sueño nunca alcanza"






 
 
 

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