V1: [Sale con una rosa, que lleva entre las manos] Buenas tardes a todos. Hoy es 31 de mayo de 2013, son las ocho y media de la tarde… ¡y ha llegado por fin el momento que sus hijos llevaban tanto tiempo esperando! En pocos segundos comenzará la Graduación 2013, acto con el que finalizarán sus estudios una nueva promoción de alcalaínos.

Soy María del Mar Marcos, Vicedirectora del Instituto, y me ha correspondido una misión preciosa. Soy la encargada de dar paso a los verdaderos protagonistas de esta noche. Antes de ese momento me gustaría recordarles que desconecten sus teléfonos móviles y que el acto que van a presenciar tendrá una duración aproximada de dos horas. En ella trataremos de resumir el trabajo de muchos años de dedicación. Por nuestra parte, como docentes, pero también por parte de las familias, que tanto esfuerzo han entregado en los jóvenes que hoy se gradúan.

Seguro que recuerdan en este momento a los niños que dejaron en la puerta de la escuela, siendo muy niños todavía, hace poco más de una década. ¿Recuerdan ese momento? Esos niños que lloraron al entrar en la escuela hoy llorarán al salir de ella. Comenzaron sus estudios con tres o cuatro años… y hoy regresan a este mismo patio convertidos en hombres y en mujeres.

En pocos segundos sonará una música. Con ella se iniciará el acto. Les pido que se pongan de pie cuando los vean atravesar la alfombra roja porque ese homenaje refleja el orgullo que todos sentimos por ellos. Disfruten de este acto. Un proverbio árabe dice que “lo pasado ha huido, lo que esperas está ausente, pero el presente es tuyo”. Este momento, les pertenece. Y espera ser [muestra la rosa] como esta rosa, el fruto de la primavera, de la juventud. [Deja la rosa, condecorando el atril]. Que, aunque efímera, encierra toda la belleza de la vida.