#graduacion2013alfonsoxi Diario del final. Capítulo 20


Hay veces que ya no merece la pena. Y no es rendirse, ni es orgullo, ni es olvidar. Es asumir que hay cosas que no pueden ser. Cuando ves que no obtienes resultados, que no se valora tu trabajo, la única opción que queda es rendirse. Impotencia, sólo eso. Una impotencia que se escapa cuando menos te lo esperas y regresa en forma de nudo en la garganta que nunca se desnuda porque nadie puede hacerlo.

Cada vez está más cerca el final. Un final muy esperado. Pero a medida que pasan los días te vas dando cuenta de que todo tal vez sea un negocio, un pacto. Suspender a unos, aprobar a otros, tal vez todo esté programado.
           
Decepción, una de las sensaciones más presentes en mis últimos días. Eso sí, no la única. Miedo, alegría, tristeza, emoción, nervios, desesperanza… Sensaciones tan distintas pero a la vez tan conectadas entre sí, curioso. Tras seis años en este instituto es muy difícil hacerme a la idea de que dentro de unas semanas no volveré a estar dentro de una de sus aulas o caminando por sus pasillos… Todo lo que hemos vivido aquí de algún modo u otro nos ha cambiado la vida, aquel profesor que nos dejó estudiando un verano entero o quizás aquel otro que nos dio la mejor lección de nuestras vidas… Anécdotas y recuerdos difíciles de olvidar.

Infinidad de recuerdos, algunos difíciles otros divertidos, pero al fin y al cabo sólo son recuerdos. Es posible que la mayoría de esas historias que recordamos no puedan repetirse, pero también es muy posible que a estas alturas ese recuerdo haya sido adaptado hasta convertirlo en irrepetible, no por las circunstancias, sino por esa tendencia general a idealizar los tiempos pasados. Y mucho más posible aún es que no merezca la pena que nada de eso se repita. Toda repetición resulta decepcionante frente a un recuerdo perfecto.

Pero ahora nuestras preocupaciones son mayores, ¿podremos entrar en la carrera que queremos?, ¿aprobaremos selectividad?, ¿llegaremos a ser lo que siempre habíamos soñado? Pronto, muy pronto sabremos la respuesta, mientras tanto luchemos por todo aquello que de algún modo nos asegura la supervivencia en un futuro no muy lejano.

Segundo de bachillerato es un largo camino lleno de obstáculos que debemos de ir afrontando, superando… Pero no estamos solos en el camino, estamos junto con nuestros compañeros, compañeros que más que eso, se han convertido en rivales. ¿Acabarán conmigo? Espero que no.
           
Si hemos conseguido llegar hasta aquí, hasta la cima de una alta y empinada ladera, no dejemos que nada ni nadie nos impida “clavar la bandera”. Confiemos en nosotros mismos.

Quizás en un mundo paralelo esta noche dure para siempre, pero en el mundo en el que vivimos, las noches terminan para dar paso a los días. Un día nuevo lleno de magia y cada vez más cercano al final de esta etapa, nuestra GRADUACIÓN.

¡Mucho ánimo!

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