#graduacion2013alfonsoxi Diario del final. Capítulo 4


Llegó. Y cuando digo esto, no me refiero a Selectividad, o el fin de una etapa, me refiero más bien al fin de una pecera. -¿Una pecera? – Sí. Y es que durante años, no hemos hecho otra cosa que cambiar de pecera, aunque esto llegue a ser metafórico o irreal, la verdad es que, el paso del tiempo es la sensación que puede tener un pez al cambiarlo de lugar, donde encuentra peces nuevos, una pecera más grande, un nuevo ambiente. Pero esto es solo una metáfora que quizás no ilustre totalmente como me puedo sentir.

El tiempo es una sucesión de espacios que corre paralelamente contigo, no puedes adelantarlo ni quedarte atrás. Es algo que te acompaña siempre y que aunque podamos decir que se acabe una época, no es más que decir que empieza otra diferente (Una pecera nueva podríamos decir), que puede tener algún pequeño vínculo con la anterior, pero que debes estar preparado para de lo que aunque hayas oído hablar mucho, será nuevo desde el primer momento.

Así me siento, un pez que pasa a una nueva pecera, que aún no sabe que esperar, y que echara varias cosas de menos de su antiguo lugar, de sus antiguos compañeros, de sus antiguos profesores… Es un paso de la vida, un salto agigantado, por el que hemos estado esperando, preparando e incluso soñando. Pero la situación pierde un poco de esencia si por un instante paramos a pensar: O todo o nada. Y esto traducido a como ya estamos hartos de escuchar: Selectividad. Que miedo le recorre a uno pensar que en unos exámenes te estás jugando pasar a la siguiente "fase" ¿No? O eso es como me siento, porque… ¿Quién no tiene un mal día? El futuro puede fastidiarse en cuestión de un examen, una pregunta, una décima que haga que cualquier otro cumpla su sueño en tu lugar. No es un caso de competitividad, sino la necesidad de un esfuerzo final para que TODO lo que hemos aprendido durante nuestra enseñanza educativa dé su fruto en una única prueba con la cual podremos pasar a estudiar aquello que de verdad nos gusta.

Por eso en general, transmitir un único mensaje con el que debemos quedarnos: ÁNIMO. Aunque ya estamos hartos de escucharlo, aunque el miedo a veces nos supere, aunque los nervios nos hagan desesperar, aunque parezca que es imposible, aunque creamos que no hay más fuerza para luchar, aunque todo se ponga en contra… Si lo hacemos vamos encontrar un final, una recompensa a todo el esfuerzo que nos haya costado llegar hasta ese punto, y entonces sentiremos que a pesar de las derrotas cargadas en la espalda, habrá una gran victoria que nos haga ver que algo bueno es mil veces superior a cualquier obstáculo que nos pongan en la vida.


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Todos los días publicaremos a las 23:59 los sentimientos de un alumno anónimo de segundo de bachillerato o de ciclos formativos, que encara la recta final del curso. Si quieres participar, envía tu texto (de cualquier extensión) a iesalfonso11@gmail.com 


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